miércoles, 29 de junio de 2011

El Pragmatismo


    Pragmatismo es la forma que adoptó el empirismo inglés en la filosofía contemporánea,y empirismo era explicar la validez del conocimiento refiriéndolo a la experiencia que lo ha determinado.Y como expereiencia era acumulación y registro de datos,y su organización y sistematización,la experiencia empírica era pasada.Sin embargo para el pragmatismo es apertura hacia el futuro,previsión o anticipación.;y verdad lo que atestigüe la experiencia futura.,siendo significado de la verdad la determinación de lo que evidencia la experiencia futura.La tesis fundamental del pragmatismo es pues que toda verdad es una norma para la conducta futura,pudiendo ser la norma cognoscitiva o práctica,emotiva o estética.

            El pragmatismo constituye la primera contribución original de USA a la filosofía occidental,y fue teoría de la verdad y realidad en James (forma metafísica),o del significado en Peirce (forma metodolóica).Por lo que Peirce llamó pragmaticismo a la forma metodológica.

            El fundador del pragmaticismo es por tanto Carlos Sanders Peirce (1839-1914),cultivador de la lógica simbólica y semiótica y divulgador de doctrinas científicas;publicaba colecciones de artículos en revistas,uno de los cuales fue Azar,amor y lógica (1923).En lógica simbólica aportó las relaciones,y en semiótica (teoría de los signos) el significado.Cuando el objeto del signo es real el signo se convierte en una proposición,verdadera o falsa.Aserción es considerar una idea obligante,en una situación determinada.Existiendo en toda aserción 1)un signo de la ocasión de la obligación,2)un signo de la obligación reforzado,y 3)un signo evidencial de la obligación.Su tesis fundamental es que el único fin de toda investigación o procedimiento racional es el establecimiento de una creencia,una regla de acción que posibilita un comportamiento determinado.Existen varios métodos para establecer una creencia,y cada uno de ellos tiene sus ventajas:el de la tenacidad,la autoridad,el metafísico,que excluyen la posibilidad de error,por lo que no pueden ser declarados falsos;sólo el método científico admite error,por lo que el rasgo esencial de la filosofía de Peirce se lama falibilismo.Todos los procesos de razonamiento tienden a corregirse a sí mismos,corrigiendo la inducción las premisas de cada muestreo,y adquiriendo certeza la deducción a base de usar controles.Para desarrollar un significado debemos determinar sus hábitos,que dependen del tiempo y modo de acción;el estímulo a la acción se deriva de la percepción,y el objeto de la acción consiste en producir resultados sensibles.No hay distinción de significado que no admita diferencia,y obtenemos claridad considerando los efectos prácticos que pueda tener el objeto de la idea.En semiótica verdad es conformidad de un signo a su objeto,y esta conformidad se encuentra en el límite de un proceso que controla o corrige sus resultados.Proposición verdadera es la que no decepciona.Los procedimientos científicos son probabilistas,y excluyen la necesidad.El mundo es el reino de un azar en el que son cotejables las uniformidades de acontecimientos que constituyen el objeto de la investigación científica,y son explicables en leyes:y Peirce lo llama tijismo,porque esas uniformudades no manifiestan orden total.La evolución es ticástica,debida al azar;anacástica,debida a la necesidad,y agapástica debida al amor.Se interesa pues más por la conciencia teorética que por la práctica,y su pragmatismo es expresión de una plena confianza en las capacidades del intelecto humano.

            William James (1842-1910) nació en Nueva York,estudió en Europa y fue profesor de psicología y filosofía en la universidad de Harvard.Escribió Los principios de psicología (1890),Las diversas formas de experiencia  religiosa (1902),La voluntad de creer (1897),Pragmatismo:nombre nuevo para viejos modos de pensar (1907),El significado de la verdad:a continuación del pragmatismo (1909),Un universo pluralista (1909),Problemas de la filosofía.Comienzo de una introducción a la filosofía (1911),Memoria y estudios (1911),Ensayos sobre el empirismo radical (1912),Ensayos y recensiones (1920) y Cartas.Llamó a su filosofía empirismo radical,y es también perspectiva de futuro.La impresión sensorial existe sólo para despertar el proceso central de elaboración o de reflexión,y el proceso central existe sólo para provocar el acto final.Toda acción es reacción ante el mundo externo,y el estado intermedio es tránsito hacia la acción.La percepción y el pensamiento existen sólo referidos a la conducta.Si se prescinde de la conducta la experiencia no tiene significado ni objeto.Como función del pensamiento es servir a la acción,no puede bloquear o inhibir creencias útiles.Si  no se puede demostrar la veracidad o falsedad de una hipótesis,inquiere llamada al espíritu de quien la formula o es decisiva para la vida,hay que creer en ella,aunque podamos equivocarnos.Desde la moralidad la vida es como la hacemos,y el pragmatismo es para James paso al espiritualismo,porque los monismos hacen del universo una masa compacta en la que todo está determinado,sin lugar para la acción creadora;mientras el pluralismo no niega solidaridad.El progreso depende de la colaboración.Defiende los valores de la religión,y da una interpretación teleológica del espíritu,insistiendo en la naturaleza instrumental del entendimiento.Se interesó por la psicología de la voluntad,y por el papel de las creencias en la acción humana.

            Ferdinand Canning Scott Schiller (1864-1937),alumno y profesor en Oxford,docente en la universidad de Los Angeles,escribió Los enigmas de la esfinge (1891),sobre la evolución,Los axiomas como postulados (1902),Humanismo (1903),Estudios sobre el humanismo (1907),Lógica formal (1922),Problemas de la creencia (1924),Lógica para el uso:introducción a la teoría voluntarista del conocimiento (1930),¿Deben los filósofos disentir? Y otros ensayos (1934) y Nuestras verdades humanas (1939).Llama humanismo a su pragmatismo,y pretende restablecer el pensamiento en la situación psicológica que le da significado.En el fondo de todo conocimiento hay un postulado emocional,y en el fondo de todo razonamiento una necesidad práctica.El juicio es un acto humano y personal,provocado por un interés específico o por una necesidad imperiosa.Critica la lógica tradicional,y sólo acepta la formal,que sea pasatiempo.La ciencia obedece al criterio de lo útil,y las verdades científicas son válidas si son eficaces.No todo lo útil es verdadero,el criterio pragmatisma no anula la distinción entre verdad y falsedad,y obra como principio selectivo,tanto en lo individual como en lo social.Es la utilidad y eficiencia lo que determina reconocimiento social,y la libertad posibilita la elección de la verdad.La veracidad de una filosofía sólo puede ser atestiguada reconstruyendo la historia psicológica del filósofo.

            Hans Vaihinger (1852-1933) subordina en Alemania el conocimiento a la acción,rehusando identificar la utilidad con la verdad,y reconociendo que pueden ser útiles creencias o doctrinas contradictorias.Estudió a Kant,y encontró inspiración en su Crítica de la razón pura.Se considera discípulo de Lange,y aceptó la doctrina nietzscheana de la subordinación de los valores intelectuales a la vida y a la voluntad de poder.Su tesis fundamental es que todo conocimiento es ficción.La Filosofía del como si (1911) se propone demostrar que todos los conceptos,categorías,princpios e hipótesis de que se vale el saber,las ciencias y la filosofía son ficciones carentes de validez teórica,aceptadas porque son útiles.La ficción no puede ser considerada hipótesis;es útil.Son ficciones las categorías fundamentales del pensamiento científico,y ve en la realidad la sucesión y coexistencia de sensaciones singulares,tendencias y sentimientos.Las categorías intelectuales tienen como objetivo dominar las sensaciones.Fin del conocimiento es la vida,y se sirve del valor teórico para juzgar contradictorias y falsas las ficciones cognoscitivas.Pero afirma que todo conocimiento es ficción porque su objetivo es servir a la vida.

            Miguel de Unamuno (1864-1936) nació en Bilbao,fue profesor y rector de la universidad de Salamanca,exaltador de España y la tradición española.Defendió la libertad,fue deportado a Fuerteventura y residió desterrado en París.Regresó en 1930,y murió en Salamanca el 31.12.1936.Sus ideas filosóficas están expuestas en Vida de Don Quijote y Sancho (1905) y El sentimiento trágico de la vida (1913).Su tesis fundamental es la del pragmatismo,y su filosofía subordinación del conocimiento y la razón a la vida y la acción.Hay en Unamuno también cierto irracioinalismo,y por eso su creencia es exaltación de la fe por la fe,del creer por el creer,esfumándose el confín entre la realidad y el sueño.Su existencialismo procede de Kierkegaard:la verdad es intrínseca al hombre;la verdad objetiva es estéril,la vida y la fe son inciertas,el alma debe ser inmortal,la vida humana es posible a causa de su incertidumbre.

            José Ortega y Gasset (1883-1955) estudió y se formó en Alemania,y sus ideas filosóficas están expuestas en El tema de nuestro tiempo (1923),Esquema de las crisis (1933),Historia como sistema (1935) e Ideas y creencias (1935).Se vincula al pragmatigmo por su afirmación de que la inteligencia,la ciencia,la cultura están suborfinadas a la vida.Afirma que el ser humano debe pensar,pero puede vivir sin pensar.La subordinación del saber a la vida supone la reducción del ser en el obrar.Saber lo que debo hacer con los objetos es el sentido originario del saber.Yo soy yo y mi circinstancia,mi mundo interior y exterior.La realidad se presenta dividida en perspectivas,y en cada una de ellas entra la sensibilidad,la imaginación,la inteligencia,el deseo y la valoración del individuo.Establece antítesis entre autenticidad e inautenticidad.Felicidad es coincidencia consigo mismo.Razón histórica es lo que ha pasado al ser humano.

            Giovanni Vailati (1863-1909) cree que la validez del pragmatismo consiste en el criterio con el que lo usa la ciencia,y su alumno Marino Calderón (1879-1914) identifica las consecuencias prácticas de que habla el pragmatismo con la comprobación experimental que exige la ciencia.

            El experimentalismo de Antonio Aliotta (1881-1964),profesor de la universidad de Nápoles,hace ver la imposibilidad de reducir la realidad a pensamiento,por lo que las teorías son verdaderas en la medida en que coordinan las actividades humanas con las que actúan en el reino de la experiencia.Hay pues grados de verdad,y los superiores no anulan los inferiores.El único criterio de verdad es el experimento,y El sacrificio como significado del mundo (1947) acentúa el aspecto metafísico y espiritualista de su doctrina,poniendo de relieve los postulados de la acción,la indeterminación del mundo y su relativa uniformidad,la validez de la persona humana y la trascendencia de la realidad..El sacrificio es la afirmación más alta de la persona individual,y la realización más completa de la armonía interpersonal.El postulado fundamental de la acción es el de la perennidad de los valores humanos.

            George Herber Mead (1863-1931),compañero de Dewey en la universidad de Chicago,autor de La filosofía del presente (1932),Espíritu y sociedad (1934) y Filosofía del acto (1938) cree que misión de la filosofía es entender la relación entre el universo y el ser humano,para lo que la filosofía debe integrar la unilateralidad de la ciencia.Otro tema de su filosofía es el carácter social de la experiencia humana,por lo que socialidad es la capacidad de ser varias cosas a un tiempo.Espíritu es la capacidad de emplear símbolos,e institución es la organización de las actitudes humanas,que controlan y determinan la conducta.Personalidad es relación entre el yo y el mí,iniciativa personal;control es la acción delimitadora que el mí ejerce sobre el yo,y espíritu,yo y mí constituyen las características propias de la sociedad humana.

La filosofia de la CienciaFILOSOFIA DE LA CIENCIA 1. DESCRIPCION TEMATICA: Ciencia (en latín scientia, de scire, ‘conocer’), término que en su sentido más amplio se emplea para referirse al conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero que suele aplicarse sobre todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente verificable. La búsqueda de conocimiento en ese contexto se conoce como ‘ciencia pura’, para distinguirla de la ‘ciencia aplicada’ —la búsqueda de usos prácticos del conocimiento científico— y de la tecnología, a través de la cual se llevan a cabo las aplicaciones. Los esfuerzos para sistematizar el conocimiento se remontan a los tiempos prehistóricos, como atestiguan los dibujos que los pueblos del paleolítico pintaban en las paredes de las cuevas, los datos numéricos grabados en hueso o piedra o los objetos fabricados por las civilizaciones del neolítico. Los testimonios escritos más antiguos de investigaciones protocientíficas proceden de las culturas mesopotámicas, y corresponden a listas de observaciones astronómicas, sustancias químicas o síntomas de enfermedades —además de numerosas tablas matemáticas— inscritas en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla. Otras tablillas que datan aproximadamente del 2000 a.C. demuestran que los babilonios conocían el teorema de Pitágoras, resolvían ecuaciones cuadráticas y habían desarrollado un sistema sexagesimal de medidas (basado en el número 60) del que se derivan las unidades modernas para tiempos y ángulos En el valle del Nilo se han descubierto papiros de un periodo cronológico próximo al de las culturas mesopotámicas que contienen información sobre el tratamiento de heridas y enfermedades, la distribución de pan y cerveza, y la forma de hallar el volumen de una parte de una pirámide. Algunas de las unidades de longitud actuales proceden del sistema de medidas egipcio y el calendario que empleamos es el resultado indirecto de observaciones astronómicas prehelénica. 2. INTRODUCCIÓN Filosofía de la ciencia, investigación sobre la naturaleza general de la práctica científica. La filosofía de la ciencia se ocupa de saber cómo se desarrollan, evalúan y cambian las teorías científicas, y si la ciencia es capaz de revelar la verdad de las entidades ocultas y los procesos de la naturaleza. Su objeto es tan antiguo y se halla tan extendido como la ciencia misma. Algunos científicos han mostrado un vivo interés por la filosofía de la ciencia y unos pocos, como Galileo, Isaac Newton y Albert Einstein, han hecho importantes contribuciones. Numerosos científicos, sin embargo, se han dado por satisfechos dejando la filosofía de la ciencia a los filósofos, y han preferido seguir 'haciendo ciencia' en vez de dedicar más tiempo a considerar en términos generales cómo 'se hace la ciencia'. Entre los filósofos, la filosofía de la ciencia ha sido siempre un problema central; dentro de la tradición occidental, entre las figuras más importantes anteriores al siglo XX destacan Aristóteles, René Descartes, John Locke, David Hume, Immanuel Kant y John Stuart Mill. Gran parte de la filosofía de la ciencia es indisociable de la epistemología, la teoría del conocimiento, un tema que ha sido considerado por casi todos los filósofos. 3. EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN Los resultados de la observación y experimentación suministran la evidencia para una teoría científica, pero no pueden demostrar que la teoría es correcta. Hasta la generalización empírica más modesta, por ejemplo que toda agua hierve a la misma temperatura, va más allá de lo que puede serdeducido de la evidencia en sentido estricto. Si las teorías científicas no expresaran más que la evidencia que suele sustentarlas, tendrían poca utilidad. No podrían ser utilizadas para predecir el curso de la naturaleza, y carecerían de poder explicativo. El vínculo no demostrativo o inductivo entre la evidencia y la teoría plantea uno de los problemas fundamentales de la teoría del conocimiento, el problema de la inducción, dada su formulación clásica por David Hume, el filósofo escocés del siglo XVIII. Hume consideró simples predicciones basadas en observaciones pasadas, por ejemplo, un vaticinio como: el sol saldrá mañana, teniendo en cuenta que se ha observado que siempre salía en el pasado. La vida sería imposible sin anticipar el futuro, pero Hume construyó una argumentación excelente para mostrar que estas inferencias son indefendibles desde presupuestos racionales. Esta conclusión puede parecer increíble, pero la argumentación de Hume tiene todavía que ser contestada de un modo concluyente. Admitía que las deducciones inductivas han sido por lo menos razonablemente fiables hasta ahora, o no estaríamos vivos para considerar el problema, pero afirmaba que sólo podemos tener una razón para continuar confiando en la inducción si tenemos algún motivo para creer que la inducción seguirá siendo fiable en el futuro. Hume demostró entonces que tal razón no es posible. El nudo del problema es que pretender que la inducción será una garantía en el futuro es, en sí misma, una predicción y sólo podría ser justificada de manera inductiva, lo que llevaría a una cuestión de principio. En concreto, mantener que la inducción quizá funcionará en el futuro porque ha resultado útil en el pasado es razonar en círculo, asumiendo la inducción para justificarla. Si esta argumentación escéptica es válida, el conocimiento inductivo parece imposible, y no hay un argumento racional que se pueda plantear para disuadir a alguien que opina, por ejemplo, que es más seguro salir de la habitación por las ventanas que por la puerta. El problema de la inducción se relaciona de forma directa con la ciencia. Sin una respuesta a la argumentación de Hume, no hay razón para creer en ninguno de los aspectos de una teoría científica que vaya más allá de lo que, en realidad, se ha observado. El asunto no es que las teorías científicas no resulten nunca ciertas por completo: esto es o debería ser una verdad obvia. El tema es más bien que no tenemos ninguna razón para suponer, por ejemplo, que el agua que no hemos sometido a prueba hervirá a la misma temperatura que el agua que hemos probado. Los filósofos han realizado un continuo esfuerzo para resistir a esta conclusión escéptica. Algunos han tratado de demostrar que los modelos científicos para sopesar evidencias y formular inferencias son, de algún modo, racionales por definición; otros, que los éxitos pasados de nuestros sistemas inductivos son susceptibles de emplearse para justificar su uso futuro sin caer en círculos viciosos. Un tercer enfoque sostiene que, aunque no podamos demostrar que la inducción funcionará en el futuro, sí podemos demostrar que lo hará si algún método de predicción lo hace, por lo que es razonable utilizarlo. Mediante teorías más recientes, algunos filósofos han sostenido que la actual fiabilidad de las prácticas inductivas, algo que Hume no niega, basta para proporcionar conocimiento inductivo sin otro requerimiento que el que la fiabilidad esté justificada. Karl Popper ha aportado una respuesta más radical al problema de la inducción, una solución que constituye la base de su influyente filosofía de la ciencia. De acuerdo con Popper, el razonamiento de Hume de que las inferencias son injustificables desde una perspectiva racional es correcto. Sin embargo, esto no amenaza la racionalidad de la ciencia, cuyas inferencias son, aunque parezca lo contrario, deductivas en exclusiva. La idea central de Popper es que mientras la evidencia nunca implicará que una teoría sea verdadera, puede rebatir la teoría suponiendo que sea falsa. Así, un número de cuervos negros no implica que todos lo cuervos sean negros, pero la presencia de un único cuervo blanco supone que la generalización es falsa. Los científicos pueden, de esta forma, saber que una teoría es falsa, sin recurrir a la inducción. Además, enfrentados a una elección entre dos teorías opuestas, pueden ejercer una preferencia racional si una de las teorías ha sido refutada pero la otra no; entonces es racional preferir una teoría que podría ser verdad respecto a una que se sabe es falsa. La inducción nunca entra en escena, de modo que el argumento de Hume pierde fuerza. Esta ingeniosa solución al problema de la inducción se enfrenta con numerosas objeciones. Si fuera cierta, los científicos nunca tendrían ningún motivo para creer que alguna de sus teorías o hipótesis son siquiera correctas por aproximación o que alguna de las predicciones extraídas de ellas es verdad, ya que estas apreciaciones sólo podrían ser justificadas por vía inductiva. Además, parece que la posición de Popper ni siquiera permite a los científicos saber que una teoría es falsa, puesto que, según él, la evidencia que podría contradecir una teoría, puede no ser nunca reconocida como correcta. Por desgracia, las inferencias inductivas que los científicos plantean no parecen ni evitables ni justificables. 4. EL PROBLEMA DE LA DESCRIPCIÓN Aunque la discusión de Hume sobre la justificación de la inducción representa un hito en la historia de la filosofía, sólo ofrece una cruda descripción de cómo, para bien o para mal, los métodos inductivos funcionan en realidad. Mantenía que la inferencia inductiva es sólo un hábito de formación. Al haber visto muchos cuervos negros, de modo tácito aplicamos la regla 'más de lo mismo' y suponemos que el próximo cuervo que encontremos será también negro. Esto, como es evidente, no hace justicia a la práctica inferencial de los científicos, ya que éstos infieren a partir de la observación de entidades de una clase para llegar a la existencia y comportamiento de entidades de una clase muy diferente y a menudo no observable. 'Más de lo mismo' no llevará a los científicos desde lo que se ve en el laboratorio a la existencia de los electrones o los campos electromagnéticos. ¿Cómo comprueban entonces los científicos sus teorías, sopesan la evidencia y establecen inferencias? Este es el problema de la descripción en contraste con el problema de la justificación de Hume. El problema descriptivo puede parecer fácil de resolver: sólo hay que preguntar a los científicos que describan lo que hacen. Es una ilusión. Los científicos pueden ser eficaces sopesando evidencias, pero no son eficaces

FILOSOFIA DE LA CIENCIA
 Ciencia (en latín scientia, de scire, ‘conocer’), término que en su sentido más amplio se emplea para referirse al conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero que suele aplicarse sobre todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente verificable. La búsqueda de conocimiento en ese contexto se conoce como ‘ciencia pura’, para distinguirla de la ‘ciencia aplicada’ —la búsqueda de usos prácticos del conocimiento científico— y de la tecnología, a través de la cual se llevan a cabo las aplicaciones.
Los esfuerzos para sistematizar el conocimiento se remontan a los tiempos prehistóricos, como atestiguan los dibujos que los pueblos del paleolítico pintaban en las paredes de las cuevas, los datos numéricos grabados en hueso o piedra o los objetos fabricados por las civilizaciones del neolítico. Los testimonios escritos más antiguos de investigaciones protocientíficas proceden de las culturas mesopotámicas, y corresponden a listas de observaciones astronómicas, sustancias químicas o síntomas de enfermedades —además de numerosas tablas matemáticas— inscritas en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla. Otras tablillas que datan aproximadamente del 2000 a.C. demuestran que los babilonios conocían el teorema de Pitágoras, resolvían ecuaciones cuadráticas y habían desarrollado un sistema sexagesimal de medidas (basado en el número 60) del que se derivan las unidades modernas para tiempos y ángulos
En el valle del Nilo se han descubierto papiros de un periodo cronológico próximo al de las culturas mesopotámicas que contienen información sobre el tratamiento de heridas y enfermedades, la distribución de pan y cerveza, y la forma de hallar el volumen de una parte de una pirámide. Algunas de las unidades de longitud actuales proceden del sistema de medidas egipcio y el calendario que empleamos es el resultado indirecto de observaciones astronómicas prehelénica.

2. INTRODUCCIÓN  Filosofía de la ciencia, investigación sobre la naturaleza general de la práctica científica. La filosofía de la ciencia se ocupa de saber cómo se desarrollan, evalúan y cambian las teorías científicas, y si la ciencia es capaz de revelar la verdad de las entidades ocultas y los procesos de la naturaleza. Su objeto es tan antiguo y se halla tan extendido como la ciencia misma. Algunos científicos han mostrado un vivo interés por la filosofía de la ciencia y unos pocos, como Galileo, Isaac Newton y Albert Einstein, han hecho importantes contribuciones. Numerosos científicos, sin embargo, se han dado por satisfechos dejando la filosofía de la ciencia a los filósofos, y han preferido seguir 'haciendo ciencia' en vez de dedicar más tiempo a considerar en términos generales cómo 'se hace la ciencia'. Entre los filósofos, la filosofía de la ciencia ha sido siempre un problema central; dentro de la tradición occidental, entre las figuras más importantes anteriores al siglo XX destacan Aristóteles, René Descartes, John Locke, David Hume, Immanuel Kant y John Stuart Mill. Gran parte de la filosofía de la ciencia es indisociable de la epistemología, la teoría del conocimiento, un tema que ha sido considerado por casi todos los filósofos.
3. EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN 
Los resultados de la 
observación y experimentación suministran la evidencia para una teoría científica, pero no pueden demostrar que la teoría es correcta. Hasta la generalización empírica más modesta, por ejemplo que toda agua hierve a la misma temperatura, va más allá de lo que puede serdeducido de la evidencia en sentido estricto. Si las teorías científicas no expresaran más que la evidencia que suele sustentarlas, tendrían poca utilidad. No podrían ser utilizadas para predecir el curso de la naturaleza, y carecerían de poder explicativo.
El vínculo no demostrativo o inductivo entre la evidencia y la teoría plantea uno de los problemas fundamentales de la teoría del conocimiento, el problema de la inducción, dada su formulación clásica por David Hume, el filósofo escocés del siglo XVIII. Hume consideró simples predicciones basadas en observaciones pasadas, por ejemplo, un vaticinio como: el sol saldrá mañana, teniendo en cuenta que se ha observado que siempre salía en el pasado. La vida sería imposible sin anticipar el futuro, pero Hume construyó una argumentación excelente para mostrar que estas inferencias son indefendibles desde presupuestos racionales. Esta conclusión puede parecer increíble, pero la argumentación de Hume tiene todavía que ser contestada de un modo concluyente. Admitía que las deducciones inductivas han sido por lo menos razonablemente fiables hasta ahora, o no estaríamos vivos para considerar el problema, pero afirmaba que sólo podemos tener una razón para continuar confiando en la inducción si tenemos algún motivo para creer que la inducción seguirá siendo fiable en el futuro. Hume demostró entonces que tal razón no es posible. El nudo del problema es que pretender que la inducción será una garantía en el futuro es, en sí misma, una predicción y sólo podría ser justificada de manera inductiva, lo que llevaría a una cuestión de principio. En concreto, mantener que la inducción quizá funcionará en el futuro porque ha resultado útil en el pasado es razonar en círculo, asumiendo la inducción para justificarla. Si esta argumentación escéptica es válida, el conocimiento inductivo parece imposible, y no hay un argumento racional que se pueda plantear para disuadir a alguien que opina, por ejemplo, que es más seguro salir de la habitación por las ventanas que por la puerta.
El problema de la inducción se relaciona de forma directa con la ciencia. Sin una respuesta a la argumentación de Hume, no hay razón para creer en ninguno de los aspectos de una teoría científica que vaya más allá de lo que, en realidad, se ha observado. El asunto no es que las teorías científicas no resulten nunca ciertas por completo: esto es o debería ser una verdad obvia. El tema es más bien que no tenemos ninguna razón para suponer, por ejemplo, que el agua que no hemos sometido a prueba hervirá a la misma temperatura que el agua que hemos probado. Los filósofos han realizado un continuo esfuerzo para resistir a esta conclusión escéptica. Algunos han tratado de demostrar que los modelos científicos para sopesar evidencias y formular inferencias son, de algún modo, racionales por definición; otros, que los éxitos pasados de nuestros sistemas inductivos son susceptibles de emplearse para justificar su uso futuro sin caer en círculos viciosos. Un tercer enfoque sostiene que, aunque no podamos demostrar que la inducción funcionará en el futuro, sí podemos demostrar que lo hará si algún método de predicción lo hace, por lo que es razonable utilizarlo. Mediante teorías más recientes, algunos filósofos han sostenido que la actual fiabilidad de las prácticas inductivas, algo que Hume no niega, basta para proporcionar conocimiento inductivo sin otro requerimiento que el que la fiabilidad esté justificada.
Karl Popper ha aportado una respuesta más radical al problema de la inducción, una solución que constituye la base de su influyente filosofía de la ciencia. De acuerdo con Popper, el razonamiento de Hume de que las inferencias son injustificables desde una perspectiva racional es correcto. Sin embargo, esto no amenaza la racionalidad de la ciencia, cuyas inferencias son, aunque parezca lo contrario, deductivas en exclusiva. La idea central de Popper es que mientras la evidencia nunca implicará que una teoría sea verdadera, puede rebatir la teoría suponiendo que sea falsa. Así, un número de cuervos negros no implica que todos lo cuervos sean negros, pero la presencia de un único cuervo blanco supone que la generalización es falsa. Los científicos pueden, de esta forma, saber que una teoría es falsa, sin recurrir a la inducción. Además, enfrentados a una elección entre dos teorías opuestas, pueden ejercer una preferencia racional si una de las teorías ha sido refutada pero la otra no; entonces es racional preferir una teoría que podría ser verdad respecto a una que se sabe es falsa. La inducción nunca entra en escena, de modo que el argumento de Hume pierde fuerza.
Esta ingeniosa solución al problema de la inducción se enfrenta con numerosas objeciones. Si fuera cierta, los científicos nunca tendrían ningún motivo para creer que alguna de sus teorías o hipótesis son siquiera correctas por aproximación o que alguna de las predicciones extraídas de ellas es verdad, ya que estas apreciaciones sólo podrían ser justificadas por vía inductiva. Además, parece que la posición de Popper ni siquiera permite a los científicos saber que una teoría es falsa, puesto que, según él, la evidencia que podría contradecir una teoría, puede no ser nunca reconocida como correcta. Por desgracia, las inferencias inductivas que los científicos plantean no parecen ni evitables ni justificables.
4. EL PROBLEMA DE LA DESCRIPCIÓN 
Aunque la discusión de Hume sobre la justificación de la inducción representa un hito en la 
historia de la filosofía, sólo ofrece una cruda descripción de cómo, para bien o para mal, los métodos inductivos funcionan en realidad. Mantenía que la inferencia inductiva es sólo un hábito de formación. Al haber visto muchos cuervos negros, de modo tácito aplicamos la regla 'más de lo mismo' y suponemos que el próximo cuervo que encontremos será también negro. Esto, como es evidente, no hace justicia a la práctica inferencial de los científicos, ya que éstos infieren a partir de la observación de entidades de una clase para llegar a la existencia y comportamiento de entidades de una clase muy diferente y a menudo no observable. 'Más de lo mismo' no llevará a los científicos desde lo que se ve en el laboratorio a la existencia de los electrones o los campos electromagnéticos. ¿Cómo comprueban entonces los científicos sus teorías, sopesan la evidencia y establecen inferencias? Este es el problema de la descripción en contraste con el problema de la justificación de Hume.
El problema descriptivo puede parecer fácil de resolver: sólo hay que preguntar a los científicos que describan lo que hacen. Es una ilusión. Los científicos pueden ser eficaces sopesando evidencias, pero no son eficaces

La Filosofía Moderna

Si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y político, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que han sido profusamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofia renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas disputas terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera platónica o aristotélica. De las abadías y monasterios la filosofía volverá a la ciudad; de la glosa y el comentario, a la investigación; de la tutela de la fe, a la independencia de la razón.